Nombre científico del Ciprés común
El nombre o denominación científica del Ciprés común es Cupressus sempervirens. Los biólogos usan el nombre científico Cupressus sempervirens para diferenciarlo en las distintas clasificaciones de la especie naturales escritas en los códigos internacionales única en cualquier lengua.
El nombre científico del Ciprés común, Cupressus sempervirens proviene del latín.
Descripción del Ciprés común o Cupressus sempervirens
El ciprés común o Cupressus sempervirens es un conífera de tamaño mediano nativo de las regiones de clima mediterráneo que puede alcanzar hasta 35 metros de altura, con la copa de forma cónica. Los cipreses tienen un tronco recto que puede alcanzar hasta 1 metro de diámetro (aunque se han encontrado ejemplares con troncos de hasta 3 metros de diámetro) y tienen la corteza delgada, más o menos lisa, de color grisáceo o pardo oscuro. Sus hojas aparecen en ramillos con forma de escama y forman un follaje denso de color verdoso oscuro, mientras que sus flores son conos ovoides de 25 a 40 milímetros de longitud, verdes al principio y volviéndose marrones al madurar.
Usos del Ciprés común o Cupressus sempervirens
Los cipreses se han cultivado desde la época de los romanos por toda la región mediterránea por su valor ornamental, y ya con los griegos arranca su simbología funeraria que ha perdurado hasta la actualidad. Aunque no se conoce exactamente la procedencia de esta simbología, es probable que los cipreses, al ser de hoja perenne y tener un porte majestuoso que apunta hacia el cielo, motivasen la creencia de que ayudaban a las almás de los muertos a elevarse en esa dirección. En la actualidad también son árboles frecuentemente utilizados para crear barreras naturales contra el viento, y su madera es frecuentemente utilizada en ebanistería y carpintería, así como en la construcción de barcos dada su gran resistencia a la humedad y el agua.
La utilización del Ciprés común o Cupressus sempervirens es frecuente en Europa y América.
Otros datos de sobre el Ciprés común o Cupressus sempervirens
Los cipreses son muy resistentes al fuego, y prueba de ello es el incendio que tuvo lugar en 2012 en la localidad valenciana de Andilla, que devastó más de 30.000 hectáreas durante cinco días. Una vez extinguido el incendio se descubrió que casi todos los cipreses de la zona habían sobrevivido sin daños graves, lo que motivó numerosos estudios científicos sobre este fenómeno.