Nombre científico del Romero
El nombre o denominación científica del Romero es Rosmarinus officinalis. Los biólogos usan el nombre científico Rosmarinus officinalis para diferenciarlo en las distintas clasificaciones de la especie naturales escritas en los códigos internacionales única en cualquier lengua.
El nombre científico del Romero, Rosmarinus officinalis proviene del latín.
Descripción del Romero o Rosmarinus officinalis
La Romero o Rosmarinus officinalis es un arbusto verdoso todo el año con ramas de color pardusco que puede medir hasta 2 metros de altura. Se ramifica profusamente, y sus ramas jóvenes son algo cuadradas y cubiertas de pelillos blanquecinos, pero posteriormente se hacen rollizas y se depilan. Tiene muchas hojas muy densas, estrechas y casi cilíndricas de un color verdoso lustroso por el haz y blancas por su cara inferior. Las flores aparecen durante todo el año, nacen en cortos ramilletes axilares y son de color azulado claro, rosa o blanquecinas. El fruto, encerrado en el fondo del cáliz, está formado por 4 pequeñas nuececitas de forma ovoide invertida y de color pardusco.
Usos del Romero o Rosmarinus officinalis
Esta planta ha sido tradicionalmente en medicina popular por sus innumerables propiedades, entre las que destaca como estimulante, antiespasmódico y ligeramente diurético. Se puede utilizar también de forma externa para combatir dolores articulares y como tonificante del cuerpo fatigado. Además sus hojas son un condimento muy utilizado en gastronomía y su madera se utiliza como combustible para calentar hornos y casas. Su esencia se obtiene industrialmente para la elaboración de esencias utilizadas en cosmética y perfumería. El néctar de sus flores es excelente para las abejas, que lo buscan con asiduidad y da una miel de muy buena calidad.
La utilización del Romero o Rosmarinus officinalis es frecuente en Europa y América.
Otros datos de sobre el Romero o Rosmarinus officinalis
Linneo, al describir esta planta, decía que el romero en España era tan abundante que los navegantes, antes de ver tierra, percibían su olor.